Aplicaciones en dispositivos móviles.

En los últimos cinco años los móviles han cambiado favorablemente hacia el camino de lo funcional. Los teléfonos actuales van más allá de las simples funciones de hablar y enviar mensajes. Poco a poco han ido incorporando desde cámaras digitales hasta Internet.

El punto de inflexión en el mundo de la telefonía se originó con el lanzamiento del iPhone de Apple al que pronto se sumaron otros competidores como BlackBerry o Android.

A raíz de esto, se creo toda una nueva cultura que ha dado lugar a la era de las aplicaciones y que movió, sólo en España, 236 millones de euros en 2010 y asciende a los 3.560 millones en todo el mundo.

Recientemente, el instituto Pew publicó un estudio que aseguraba que el 35% de los estadounidenses estaban ya en posesión de un smartphone. Mientras que España es el segundo país en Europa con más usuarios de smartphones, solo superado por Italia. De hecho, el 40% de la población española, la mayoría gente joven, tiene un teléfono móvil de última generación. Y aquellos que no disponen todavía de uno tienen en mente comprárselo en un futuro próximo.

La abundancia de smartphones hace que la magnitud del mercado de las aplicaciones móviles también sea enorme y crezca de forma muy rápida. La App Store de Apple cuenta en la actualidad con alrededor de 500.000 apps. Android Market sigue sus pasos con 300.000 aplicaciones y mucho más atrás se sitúa Windows Marketplace, con aproximadamente 40.000 apps.

A raíz de esto, las empresas han ido lanzado sus propias aplicaciones para smartphones, descargables en la tienda del sistema operativo de cada móvil. Gracias a ellas el usuario (y posible cliente) es capaz de buscar información acerca del producto que desea, hacer comparativas y valorar su decisión de compra.

Los aspectos más valorados de las aplicaciones son la rapidez, la facilidad de uso, la confianza y la seguridad.

Hace sólo unos años las técnicas de las empresas en cuanto a marketing móvil se basaban únicamente en anunciarse a través de mensajes SMS, tecnología Bluetooth e internet. Sin embargo, la llegada de las aplicaciones demuestra que el móvil será uno de los canales de venta con mayor crecimiento en el futuro.

Todo indica que el 2012 puede convertirse en el año clave de los smartphones y por tanto también seguirá cosechando éxitos el mundo de las aplicaciones, elemento que será de gran apoyo para la publicidad, puesto que los anuncios en las aplicaciones serán la gran oportunidad para el desarrollo de la publicidad digital.

Alba Verdés Rubio 

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